Vivimos en una sociedad que avanza rápidamente al compás de las nuevas técnicas educativas, informativas, comunicativas, resultado de los novedosos avances en la tecnología. Fenómenos como la globalización y el acceso al ciberespacio ofrecen un mundo sin fronteras ni trabas, el libre acceso a la información, rapidez e instantaneidad.
Sin embargo, dentro de esta nueva situación mundial, aparentemente tan libre, se dan circunstancias que producen justo el efecto contrario. Desde el punto de vista de la información, de la necesidad de informar y ser informados, los poderes dominantes (políticos y económicos) marcar el ritmo informativo al seleccionar temas, formatos, nuevos tiempos, nuevas formas de expresión, nuevos métodos, que no es sino la causa de un mercado dirigido en torno a ciertos intereses.
¿Con qué tipo de armas cuenta un ciudadano para revelarse contra esta imposición? ¿Qué apoyos tiene? ¿Desde qué ámbitos podría luchar con la certeza de ganar a estos poderes?
Jordi Torrent, educomunicador y creador audiovisual, es una de las personas encargadas de las iniciativas Media Literacy de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas. Su cometido, y el de muchos otros educomunicadores e investigadores, es mostrar a la sociedad el papel tan importante que juega un individuo en el contexto informativo. Junto a Roberto Aparici, director del Máster "Comunicación y Educación en la Red" en la UNED, nos presentan la idea de la "pedagogía de la información" o lo que es lo mismo, Educomunicación. Ambos luchan por sacar adelante esta propuesta. Para ello han publicado unas charlas que mantuvieron el pasado mes de agosto acerca del origen de la Educomunicación, de los retos a los que se enfrenta, de las ventajas que tiene y de la manera de poner en marcha este proyecto.
Lo primero que nos preguntamos los lectores al tomar contacto con este concepto es ¿qué es Educomunicación y en qué consiste?
El artículo indica que Media Literacy es el término anglosajón que adoptó esta práctica al surgir el movimiento. J.T y R.A. afirman que la clave de esta iniciativa es "ayudar a esclarecer que la visión del mundo que interiorizamos como verdadera es en buena medida el resultado de los mensajes mediáticos que absorbemos diariamente".
Educomunicación o pedagogía de la información, surge con el inicio de los medios de comunicación de masas y su finalidad es enseñar a interpretar las informaciones que nos dan estos medios. Son "plataformas pedagógicas" que desarrollan un pensamiento crítico frente a los mensajes de los medios con un previo distanciamiento emocional ante la visión del mundo expuesta por ellos. Es decir, es la técnica que invita al ciudadano a conocer los nuevos medios de comunicación, cómo actúan, qué persiguen, qué crean, a saber criticar y opinar con argumentos, a distinguir entre lo que es verdaderamente información y lo que es propaganda, a saber interpretar sus contenidos y analizarlos.
Hoy se conoce este nuevo concepto con el nombre de Media Literacy Education (MLE). J.T y R.A. explican que Educomunicación está formado por dos campos de estudio: la eduación y la comunicación. Gracias a MLE podremos "examinar esta visión y tomar un distanciamiento emocinal", así el ser humano será capaz de interpretar y opinar sobre estos mensajes. Ambos autores aseguran que su origen es muy heterogéneo porque en cada país adquirió características específicas.
Una vez visto qué es Educomunicación y por qué surge, queda preguntarnos cómo funciona en la sociedad, quiénes son los encargados de llevarlo a cabo y en qué circunstancias se está implementando.
Desde que se habló por primera vez de Educomunicación, hace ya más de 30 años, el mundo ha cambiado considerablemente. Hoy nos encontramos en un contexto comunicativo-tecnológico que exige nuevas formas de enseñar y comunicar: instantaneidad, no linealidad, interactividad social, periodismo participativo, etc. Sufrimos además una masificación de información que nos impide discernir entre lo que es información y lo que no. La concentración empresarial, unida a la globalización, producen la homogenización de la información y el control absoluto de los públicos.
¿Dónde queda nuestra libertad de información? ¿Cómo podemos sacar provecho del poder que nos dan las nuevas prácticas como los blogs, en los que cualquier ciudadano puede ser un emisor de información a la vez que receptor?
Los autores J.T y R.A., concienciados con este problema, proponen incluir en los sistemas educativos educación para los medios (Educomunicación), de lo contrario afirman: "estaremos en 2020 en una sociedad de analfabetos digitales". Esto beneficia a los gobiernos y a los poderes económicos, que no tienen el más mínimo interés en que la sociedad interactúe, se comunique y opine.
Por ello es necesario conocer los medios, conocer las posibilidades que nos ofrecen al informarnos y de informar a través de ellos, saber apreciarlos y sacarles partido, saber enriquecernos gracias a ellos para crearnos una opinión crítica y no depender de la visión que nos muestran influidos por los poderes dominantes.
¿Cómo se pueden poner en marcha estas prácticas educomunicativas?
J.T. afirma que primero hay que cambiar los métodos, no podemos seguir con las mismas fórmulas cuando el contexto ha cambiado tanto y han surgido nuevas prácticas de comunicación y educación que promueven la participación e interacción. Torrent propone "utilizar las tecnologías de la comunicación a las que se tenga acceso para crear mensajes mediáticos" como parte fundamental de la educomunicación. Piensa que creando mensajes se entiende mejor cómo se han producido los que le llegan a uno cuando coge el periódico o enciende una pantalla.
Sin embargo, Aparici señala que "producir mensajes no es suficiente" porque se está reproduciendo la estética, los contenidos y la ideología que transmiten los medios convencionales. Afirma por tanto, que es necesario "desaprender lo aprendido" de la estética, formatos e ideología que nos imponen los medios diariamente, y crear nuevas formas, nuevos modelos, otras estéticas y nuevos lenguajes.
En nombre de la libertad de expresión e información y del conjunto de derechos reconocidos en la Declaración de Derechos Humanos, iniciativas como Educomunicación son los primeros pasos para acabar con este monopolio informativo. La sociedad debe estar instruida para poder desarrollar un pensamiento crítico ante los mensajes de los medios de comunicación sobre la realidad en la que nos movemos todos.
Como vimos en clase, la llamada pedagogía de la información surge con el cambio del contexto tecnológico-comunicativo, y tiene como base analizar los componentes de la información, valorar las noticias, opinar sobre ellas y plantearnos su utilidad. Es decir, ejercer nuestro derecho a reclamar información útil.
Como vimos en clase, la llamada pedagogía de la información surge con el cambio del contexto tecnológico-comunicativo, y tiene como base analizar los componentes de la información, valorar las noticias, opinar sobre ellas y plantearnos su utilidad. Es decir, ejercer nuestro derecho a reclamar información útil.
R. Vizcaíno